✨ Pisco Elqui: un pueblo con historia, alma y cielo infinito

Si tú le preguntas a alguien de afuera por Pisco Elqui, seguro te va a hablar del pisco sour, del cielo estrellado o de los ovnis. Pero si le preguntas a alguien del valle, te va a decir que este lugar tiene historia, magia y una energía que se siente en el pecho.

Primero lo primero: este pueblo no siempre se llamó así. Hasta 1936 se llamaba La Unión. Pero como en esos años Perú reclamaba que el nombre “pisco” les pertenecía en exclusiva, Chile tomó una decisión simbólica: rebautizar este lugar como Pisco Elqui, para dejar claro que el pisco también tiene raíces profundas aquí, en el Valle de Elqui.

Pero su historia viene de mucho antes. Este valle fue hogar de los diaguitas, un pueblo originario que supo convivir con la tierra, las estrellas y el agua. Ellos dejaron sus marcas en petroglifos, cerros y quebradas. Luego llegaron los españoles, trayendo la uva europea (vitis vinifera), y con ella comenzó una transformación. Aquí, entre el clima seco, el sol implacable y las noches frescas, la vid encontró su hogar.

Con el paso del tiempo, los agricultores comenzaron a destilar el vino en alambiques de cobre, y así nació el pisco chileno, un destilado con carácter, aroma y tradición. Y con la uva, llegó también la vendimia, esa fiesta que aún se celebra como en los viejos tiempos: con música, cueca, comida casera, pisado de uvas y agradecimientos a la Pachamama. La vendimia en Pisco Elqui no es solo una cosecha, es una celebración del alma campesina.

Entre las joyas del pueblo está su iglesia, una construcción que muchos pasan por alto sin saber su valor. Fue diseñada con planos atribuidos a Gustave Eiffel, el mismo creador de la torre parisina. Las piezas metálicas fueron traídas desde Europa y armadas aquí, en plena cordillera. Un verdadero símbolo de fe, ingeniería y belleza que se alza con elegancia en medio del paisaje elquino.

Y claro, está el cielo… ese cielo limpio, despejado y profundo que ha hecho famoso al valle. Desde hace décadas se habla de luces extrañas, movimientos en el cielo y avistamientos de objetos voladores no identificados. Científicos, astrónomos y buscadores de otras realidades coinciden en algo: aquí hay algo especial. Por eso no sorprende que haya telescopios, centros de observación y también espacios dedicados a la meditación, el reencuentro espiritual y la conexión con el cosmos.

Hoy, Pisco Elqui es un lugar donde conviven la historia, la cultura, la ciencia y la mística. Donde puedes caminar por calles tranquilas, conversar con sus habitantes, saborear un pisco artesanal y mirar las estrellas sabiendo que estás en uno de los lugares más únicos de Chile.

Quien viene a Pisco Elqui no solo conoce un pueblo. Conoce un legado.